En PAN Corporación Social, entendemos que lo que hacemos solo es posible si evolucionamos en la forma en que nos comunicamos, y eso se refleja en el poder de nuestras conversaciones.
Cada una de nuestras palabras, gestos y silencios son la forma positiva (o no) de construir puentes (o poner barreras) para entender las nuevas lógicas, valorar las actuales y alejarnos o acercarnos a nuestro propósito. Por eso, entender la profundidad de lo que decimos y cómo lo decimos, debe ser parte vital de nuestro ADN organizacional, a la vez que se articula con nuestros valores. Conversar con sentido es el secreto para relacionarnos.
Comunicarnos no solo es lo que decimos, también es cómo lo escuchamos y lo procesamos. Friedemann Schulz, en su libro “el arte de conversar”, nos provoca y nos incita a revisar cómo conversamos y nos comunicamos:
En general, solo escuchamos un pedazo de lo que nos dicen, sin darnos cuenta de la riqueza de lo que realmente se está compartiendo. Esto nos puede llevar a interpretaciones equivocadas y a respuestas que no reflejan comprensión ni respeto, que a la final pueden generar roces innecesarios.
Para fortalecer los acuerdos, necesitamos escuchar con los “cuatro oídos”: 1. comprender la información, 2. reconocer lo que el otro expresa de sí mismo, 3. entender la forma en que nos percibe y 4. cómo quiere influirnos. Esta escucha activa y de valor es la que nos permite conectar desde la empatía, construir relaciones sólidas y llegar a acuerdos basados en el respeto.
En PAN, sabemos que la forma en que nos hablamos refleja la cultura de nuestra organización y del respeto que profesamos por el otro. Una comunicación respetuosa y afectiva es la base de un ambiente donde todos nos sentimos valorados y motivados.
Para lograr conversar con sentido, es fundamental:
Escuchar activamente: prestar atención a lo que el otro nos dice con palabras, gestos y silencios. Esto genera un ambiente de confianza y respeto.
Expresarnos con autenticidad: mostrar quiénes somos, lo que sentimos y lo que necesitamos. La honestidad fortalece los acuerdos y nos acerca.
Ser conscientes de nuestra comunicación: Cada palabra y expresión transmite lo que pensamos del otro. Si logramos ser consientes y respetuosos, creamos un entorno de colaboración y crecimiento.
Adaptarnos y ser flexibles: Las circunstancias cambian, y los acuerdos deben adaptarse a estas realidades. Ser flexibles y abiertos nos permite encontrar soluciones y avanzar juntos, no quedarnos en posturas que no generan valor y entorpecen nuestro que hacer.
Cuando logramos conversar desde el respeto, la empatía y la autenticidad, los acuerdos dejan de ser solo palabras vacías y se convierten en acciones que transforman nuestras realidades, ese es el poder que logramos al tener verdaderas conversaciones y llegar a acuerdos de valor. Como equipo, tenemos la capacidad de construir un entorno donde la comunicación sea una herramienta vital para alcanzar nuestros objetivos, donde cada conversación es una oportunidad para aprender y crecer como personas y como organización.
Hablemos, escuchemos, y, sobre todo, sigamos edificando juntos un futuro basado en acuerdos que reflejen lo mejor de lo que somos y lo que puede llegar a ser PAN: un agente de trasformación social.
Diego Sánchez,
Director Ejecutivo
PAN Corporación Social